Gloria Bravo tiene 65 años, sacó sola adelante a sus hijos y hoy es apoderada de 4 de sus nietos:  Aidan, Florencia, Mateo  y Agustín; quienes  asisten a la Sala cuna Monseñor Santiago Tapia en la comuna de La Pintana. Aquí es donde pasan la mayor parte del día, pueden jugar y aprender bajo el método Montessori y crecer en un lugar seguro mientras ella puede llevar al hospital a su otro nieto que tiene cáncer.

Para Gloria, la ayuda y acompañamiento que le han brindado las educadoras de la sala cuna es impagable. Hoy, sus nietos avanzan día a día en las aulas de aprendizaje, mientras que Mateo inicia su año en el jardín infantil.

Elías estuvo cinco años sin asistir al colegio por problemas de comportamiento y discriminación entre sus compañeros.  A pesar de sus condiciones de vida, siempre tuvo ganas de volver a estudiar y por mucho tiempo buscó un colegio que lo aceptara, hasta que llegó al Colegio Padre Álvaro Lavín de la Fundación Súmate. Entró a cursar quinto básico a sus 14 años y desde el primer momento sintió que lo entendían, lo ayudaban y no lo veían como un número más.

Para Elías lo más importante fue aceptar que hay personas diferentes y aprender a avanzar de la mano de docentes. Hoy aprende en un lugar seguro y sueña con ser carabinero.